Los accidentes y siniestros son habituales en el día a día de los restaurantes, bares y cafeterías de Argentina. Sin embargo, cuando no se previenen de forma adecuada, la reparación puede ser demasiado costosa para los administradores de negocios gastronómicos.
Entre las situaciones más frecuentes, se encuentran: el hurto de mercadería y equipos electrónicos, las roturas o destrucción de cristales, la generación involuntaria de daños a terceros, los incendios y las inundaciones.
Ante este hecho, muchos emprendedores deciden contratar un seguro de comercio que les permita, por un lado, resguardarse ante posibles demandas que pudieran emitir los clientes en contra del negocio y, por otro lado, cuidar y respaldar el proyecto de manera integral, ya que algunos accidentes podrían ser muy perjudiciales para la estructura del local.
Hablamos con 123Seguro, broker digital pionero en Latinoamérica y especialistas en la materia, para conocer las diferentes coberturas que existen en el mercado, y qué beneficios trae su implementación a corto y largo plazo.
Según los últimos registros de 123Seguro, los robos y hurtos son los siniestros más habituales que sufren los comercios de Argentina, acaparando el 43% de las denuncias. En consecuencia, la pérdida de mercadería, tecnología u otros objetos de valor, son una de las principales razones por la cual los restaurantes optan por contratar un seguro de comercio que los indemnice ante estos actos delictivos.
Asimismo, dos puntos que también resultan importantes al momento de evaluar una cobertura para un local, son los siguientes:
Estos incidentes representan el 34% de las denuncias más frecuentes de parte de los comercios. Por esta razón, es conveniente contar con un respaldo ante roturas o destrucción de vidrios debido a factores del clima o como resultado de actos de vandalismo. Para que un restaurante pueda seguir operando con normalidad, los seguros ofrecen una restauración de cristales rápida.
“Muchos comerciantes eligen colocar vidrios laminados o templados como medida de seguridad, en lugar de tener rejas que impidan a los clientes tener una mejor vista. Su preocupación es la rotura, pero más aún que alguien se lastime durante un accidente”, explica el equipo de 123Seguro.
Se trata de un hecho que puede ocurrir en cualquier tipo de comercio —en el último año representó un 11% de las denuncias— y la gastronomía no es la excepción. Por el contrario, es mucho más frecuente en este rubro: “Esto se debe a que las campanas de las cocinas se pueden llenar de grasa, un elemento muy inflamable, y aumenta la posibilidad de iniciar un incendio”. Además, aclaran que “la mayoría de los establecimientos tienen cocinas a gas, las cuales tienen más riesgo de implosionar”.
En cuanto a la exigencia de parte de los arrendatarios, añaden: “A partir de la nueva ley de contratos de alquiler en Argentina, son cada vez más los propietarios que exigen que el inquilino se asegure contra ‘incendio del edificio’ y ‘responsabilidad civil de linderos’. Y, por una diferencia mínima en los costos, muchos gastronómicos aprovechan para agregar una cláusula en caso de incendio de su contenido y mercadería”.
En cualquier caso, los resultados de un incendio pueden ser devastadores para cualquier emprendedor. Es por eso que se ha vuelto necesario el tener un seguro que pueda cubrir el mobiliario, la maquinaria y todos los elementos de valor que se pierden ante estos desafortunados eventos.
Este tipo de coberturas son imprescindibles para cuidar la integridad física y los bienes materiales de terceras personas que podrían verse afectadas por un hecho involuntario provocado por el servicio que ofrece un negocio.
Para los restaurantes y locales gastronómicos que tienen contacto directo con los clientes, o que simplemente envían comida a domicilio, este factor se convierte en uno de los más relevantes. No solo pueden sufrir demandas por daños materiales o económicos; al manipular y proporcionar alimentos, es muy importante resguardarse ante daños o intoxicaciones generadas por el mal estado, la contaminación cruzada o la errónea manipulación de los productos e ingredientes.
“La responsabilidad civil se puede considerar de mayor riesgo por los peligros mencionados anteriormente, y es más crucial en bares, restaurantes y confiterías donde el ingreso de clientes es más frecuente”, explican. “Además, casi todos los municipios van a exigir ‘responsabilidad civil comprensiva’ para quienes tengan carteles, letreros, toldos y marquesinas, o a quienes tengan un espacio habilitado en la vía pública”.
Por fortuna, esta cláusula se encuentra en la mayoría de los seguros del mercado y en todos los tipos de coberturas que ofrece 123Seguro.
Actualmente, se pueden encontrar en Internet muchas variantes de seguros hechos para comercios. No obstante, cada rubro suele requerir coberturas que son específicas para cada tipo de local.
Dentro de las garantías básicas que ofrecen las aseguradoras, también se pueden incluir servicios a medida que otorguen mayor seguridad para los clientes, el personal, los administradores, el establecimiento y la mercancía.
Por otro lado, la cobertura tendrá variaciones al tratarse de una persona inquilina o una propietaria, ya que la primera necesitará asegurar los bienes muebles, mientras que la segunda incluirá una garantía por el inmueble.
De esta manera, queda en evidencia que contratar un seguro de comercio integral implica, por sobre todas las cosas, entender qué necesita cada negocio gastronómico de manera puntual.
Compañías como 123Seguro se especializan en resolver rápidamente las necesidades específicas de cada comercio, brindando claridad sobre todos los tipos de cobertura, y ahorrando tiempo y dinero al elegir el mejor plan de seguro final.
Entre sus tareas, proporcionan asesoramiento y atención personalizada durante todo el proceso y ejercen como intermediarios entre los restaurantes y las aseguradoras en caso de estar sufriendo un siniestro. De esta forma, facilitan las operaciones de los comerciantes durante situaciones en las que necesitan de un aliado para resolver cualquier imprevisto con rapidez y eficacia.