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La Maldonado: historia e identidad en Villa Crespo

Escrito por FUDO | Nov 11, 2025 12:46:30 PM

En la esquina de Loyola y Juan B. Justo, donde antes funcionaba una farmacia del siglo pasado, hoy late uno de los proyectos gastronómicos más queridos de Villa Crespo: La Maldonado.

Su creador, Gabi, vio en una esquina abandonada la oportunidad de devolverle vida al barrio: “Vi una esquina completamente destruida, de muchos años de abandono, pero muy representativa para el barrio. Sentí que había que recuperarla para que volviera a lucir.”

Así nació La Maldonado, un espacio que combina historia, calidez y una propuesta gastronómica que respira fuego y vino.

Un nombre con historia

El nombre La Maldonado no es casualidad. Gabi quiso rendir homenaje al arroyo que corre oculto bajo la avenida y también a La Maldonado, la mujer que le dio su nombre a esa corriente y cuya leyenda inspira fortaleza y resiliencia.

“La historia cuenta que fue una mujer que desafió los límites impuestos y sobrevivió contra todo pronóstico. Esa fuerza me representa. Cuando terminé la obra entendí que el proyecto tenía mucho de su espíritu: transformar las dificultades en fortalezas.”

Esa idea de resistencia atraviesa todo el proyecto, desde la recuperación del edificio hasta el proceso de abrir las puertas después de una obra extensa y llena de desafíos.

Un refugio que se siente como casa

Desde el primer día, el objetivo fue crear un lugar cálido, sin pretensiones, donde los clientes pudieran sentirse cómodos. “Queremos que quien entre a La Maldonado sienta que está en su casa. Que pueda relajarse, disfrutar y sentirse parte del lugar.”

El ladrillo a la vista, la iluminación cálida y los detalles cuidadosamente elegidos —como las lámparas que Gabi trajo desde Mendoza— crean esa sensación de hogar que hoy distingue al restaurante.

“En un viaje a Mendoza, un productor me regaló doce lámparas para el proyecto. Me las traje en el auto. Fue simbólico: traer algo de la cuna del vino al corazón de Buenos Aires.”

Cocina con fuego y raíces

La carta de La Maldonado combina sabores de distintas regiones de Argentina y del mundo, con el fuego como protagonista.

Las cocciones braseadas en horno de barro son la especialidad de la casa: carnes, vegetales y tapas que se cocinan lentamente a la leña y alcanzan un sabor inconfundible. “Después de tantos meses de uso, ese horno ya cocina solo. Tiene la memoria de todos los sabores que pasaron por ahí.”

Entre los platos más pedidos están las croquetas de morcilla con queso azul, y en la carta de vinos se despliega una selección federal que recorre Mendoza, Patagonia, Catamarca, Salta y más.

Además, ofrecen uno de los vermuts más destacados del país: Vermut Pichincha, premiado internacionalmente.

De los desafíos al orgullo

El camino no fue fácil. Durante la obra, el arquitecto abandonó el proyecto a mitad de camino, pero eso no detuvo a Gabi.

“Podría haberme frustrado, pero lo que hice fue ir a comprar una escalera y seguir. Eso resume lo que es emprender: seguir adelante, aunque no todo salga como uno espera.”

Hoy, cada vez que un vecino entra y recuerda cómo era la esquina antes, Gabi siente que todo valió la pena: “Me da mucho orgullo. La gente del barrio pasa, entra, me cuenta cómo estaba antes y me felicita. Eso es impagable.”

Fudo: la herramienta que organizó el caos

Como todo emprendedor gastronómico, Gabi enfrentó el desafío de pasar de la obra a la gestión: Fudo me ayudó en todo. En ese momento donde estás por abrir y hay mil decisiones que tomar, fue la solución 360°: implementación, control de stock, ventas. Todo de forma intuitiva y rápida.”

Antes de usar Fudo, llevaba los registros manualmente, pero la plataforma le permitió ordenar el negocio completo, controlar la mercadería y gestionar ventas con eficiencia, sin necesidad de ser experto en finanzas. “No vengo del mundo económico, y de repente Fudo me resolvía todo con facilidad. Fue un alivio enorme.”, afirma Gabi.

Un espacio que nació para ser restaurante

Mirando el presente de La Maldonado, Gabi nos cuenta que es difícil imaginar que alguna vez ese rincón estuvo vacío: “Siempre pensé que las esquinas de Buenos Aires nacieron para ser bares. Y esta lo confirma.”

La Maldonado hoy es más que un restaurante: es un símbolo de recuperación, trabajo y pasión.

Un lugar donde cada copa de vino, cada plato al horno de barro y cada charla entre amigos tienen el sabor de haber sido hechos con el corazón.