Ubicado en República, barrio emblemático de Santiago de Chile, el restobar Casa Toesca resalta entre la gastronomía sencilla de los puestos de comida rápida y locales informales de la zona, visitados por los miles de estudiantes que recorren sus calles todos los días.
La familia Arenas abrió las puertas del negocio en 2018, con el objetivo de brindar una oferta gastronómica que recupere la comida casera y tradicional de Chile, impulsada por una propuesta gourmet. Para llevar a cabo ese sueño, eligió una casona edificada en el año 1913, considerada patrimonio histórico de la ciudad.
Recetas con historia
Mucho antes de convertirse en un restaurante acogedor, con tradición y sin mucha parafernalia, Casa Toesca era el hogar de la familia Lippi, fundadores de la reconocida marca Lippi Outdoor, en 1983. Mientras Chile atravesaba una difícil época social y política, Reinaldo Lippi comenzó a confeccionar sus propias mochilas, carpas y otros equipos de montaña. Durante años, la histórica casa fue utilizada como una oficina. Pero en junio de 2018, Casa Toesca impregnó sus ambientes de gastronomía y encantó a decenas de comensales por su calidez y su historia.
“Nuestra comida chilena” fue el leitmotiv del restaurante durante su apertura. Al principio, se trataba de una cafetería que funcionaba solo durante el día. Los clientes eran ejecutivos y trabajadores de las universidades y empresas de la zona. Sin embargo, con la aprobación de la comunidad y la Municipalidad, lograron obtener la patente para comercializar alcohol a fines de 2019. De esta manera, Casa Toesca también comenzó a abrir durante la noche y se convirtió un restobar.
Los retos de emprender
Orgulloso por todo lo que han logrado, Daniel Arenas, administrador de Casa Toesca, remarca los principales desafíos a los que se tuvieron que enfrentar desde el comienzo, entendiendo que ser emprendedor conlleva grandes satisfacciones, pero también varios retos: “El primero fue darle una oportunidad a la comida chilena gourmet. El segundo, generar un emprendimiento familiar. Y el tercero fue dar trabajo de calidad y generar un muy buen ambiente laboral”.
Para Daniel, el esfuerzo de emprender es contrarrestado con todo el autorreconocimiento que se alcanza al tener un negocio propio. Y las personas son la principal fuente de sabiduría para entender cómo mejorar: “Este trabajo nos da la oportunidad de acercarnos a la gente, a los clientes; tener una relación y un feedback”, indica.
Gracias a esas experiencias, Daniel sabe que lo más destacado por los clientes de Casa Toesca es el “sándwich de lengua'', con receta de la casa. Y que lo que realmente funciona para fidelizar a los comensales es su oferta tradicional gastronómica, en composición con una casa construida hace más de un siglo, que cumple y respeta la propuesta detrás del concepto.
Cuando se le pregunta por las tres cualidades que, además, debe tener en cuenta cualquier gastronómico que quiera triunfar, contesta sin titubear: “Analizar el mercado, presentar una propuesta de marketing y fidelización, y tener cerca a tus socios estratégicos y proveedores”.